con la "l"


Laborá: desgracia, accidente o incidente ocasionada sobre algún enser o circunstancia  que afecta al campanillero y lo deja muy farrungao.
Lagarete: mancha viscosa,  charco o porción enfangada que los campanilleros ocasionan cuando, por descuido o falta de mimo, alguien vierte el pacharán o el coloraíllo sobre el tapiz de la mesa. Y da un asco…
Lagarta: Se aplica este vocablo  a la campanillera tan larga y astuta en sus juicios que no hay dios que se la de con queso.
Lamber: degustar a lengüetazos alguna sustancia sabrosa: “llevaba yo una tranca que no me podía ni lamber”
Lambuzo: pronunciase este improperio sobre el campanillero que tiene en consideración las vidas ajenas más que la propia, e intenta coratear de forma desconsiderada en los asuntos del prójimo
Lamioso: resbaloso, que tiene o cría lama: “los tentullos de jara son muy lamiosos, pero a mi me gustan muchísimo”
Lampreá: llamarada intensa. Guantazo o incluso cintarazo impetuoso, que recibe un campanillero, algunas veces sin culpa alguna…
Lapo: piedra gorda y redondeada. Galipo o gargajo muy consistente y abundante que arroja el campanillero malo del pecho
Larguiruto: campanillero alto de talla y estrecho de complexión, porque ha dado el estirón y todavía no ha embarnecído.
Lavativazo: cafetucho malo y cagalero que obliga al comensal a abandonar con urgencia la reunión con intención evacuadora.
Lejío: ejido, terreno comunal del pueblo, donde la era las cabras, la era Santana, los cigarrillos, el madiperro…
Liebre: ruilla, limpión o bayeta que trae la campanillera para poner orden en los lagaretes
Lieva: canal de riego que lleva el agua de la fuente hasta las huertas cercanas o reparte esta por los canteros del mato.
Lubanillo: esperabán o cotobullo de tamaño no excesivo, de ahí el sufijo “illo”, que aparece sobre el torso, dorso o escorzo de los campanilleros por causa indeterminada.
Luche: deporte o juego que practican los campanilleros, en el que estos, por parejas, intentan caer al contrario con empellones y mañas
Lustre(morcilla de): embutido con sangre, pringue y otros productos del cerdo, que debidamente aliñada está muy buena.  Es muy saludable su ingesta porque todos sus componentes son, según el decir popular, de los que se pegan al riñón.