CON LA "a"


Acezando: desasosiego pulmonar que sufre el que toca el cántaro cuando sube la cuesta de la plaza.
Acorao: como se puso de componentes el grupo de campanilleros cuando se gano el primer concurso.
Adilgao: nuestro director artístico con su estola de pelitos
Agallao: sensación que experimenta el campanillero entre barba y pecho cuando ensaya por centésima vez el Primo Juan.
Agilao: Se dice del campanillero  que en un año ya toca la bandurria.
Ajitera: sensación que experimenta el campanillero cuando ensaya por centésima vez el Primo Juan.
Alicantinas: Pableces. Sin ir más lejos, este diccionario.
Andacapadre: instrumento desmesuradamente pesado y voluminoso que hace trabajosa su ejecución y al  que el ejecutante en repetidas ocasiones desearía ejecutar. Baúd.
 Ansioso: ambicioso, avaricioso, campanillero afectado largamente por el pecado capital de la gula, por lo que da gusto verlo comer, sirviendo de ejemplo para las madres que intentan  abrir el apetito a ese niño milindre que afecha los dientes con obstinación
Aquellar:  Verbo multiusos con aires de comodín que los campanilleros usan de forma asaz generalizada. Su significado varía según el contexto: “Illo, aquéllame esa guitarra”.Mañana voy a aquellar una botella de pacharán”. En ocasiones se adjetiva en expresiones como: “El que toca el laúd es muy aquel”. A Tomas Soto le sugerimos que cuando no encuentre la palabra adecuada para completar la frase intente aquellarla.
Arranao: Dícese de aquel campanillero que, por soportar un excesivo peso de su instrumento (contrabajo, cántaro…) termina la cabalgata con postura  poco erguida o ajonguillao.
Arrellanarse: postura sedente que adoptan los campanilleros de pulso y púa.
Arrutao: campanillero relatón, aquel que no ve formalidad en los ensayos.
Atacarse: arreglarse la ropa cuando uno va desfarrigao. Ponerse el camisón por dentro de la zamarra en el uniforme de cabalgata. También  se dice del campanillero/a que por causa justa o no,  se mosquea, se sube al chaparro.
Atemao: nuestro presidente y hacienda
Atestao: morrúo. Campanillero que ha viciado su voz y no hay forma humana de bajarlo del burro,  verbi gratia, el del cántaro
Atranquijo: la falta de esta cualidad hace que muchos campanilleros permanezcan  poco tiempo en el grupo, desertando en el segundo ensayo.